¿A quien no le gusta disfrutar de playas hermosas en familia?
La playa está muy conectada a mí porque ese era nuestro «must go» en las vacaciones. Me gusta el olor, el sonido, caminar en la arena, la vista, la comida, en fin, para mí la playa es toda una experiencia y en un país como el mío que las tiene hermosas y relativamente cerca desde cualquier punto, es como que me saqué la lotto.
Sin embargo, esos viajes en familia a veces pueden ser una odisea por la incomodidad relacionada a las instalaciones «family friendly» en la playa.
Me refiero a un lugar seguro y limpio para quitarte la sal, baños públicos adecuados, sitios de comer que no te pongan en duda (de hecho antes todo el mundo llevaba su comida a la playa) y el parqueo.
Por suerte este tipo de limitaciones que tenían las playas públicas en nuestro país se han ido superando y me encantó descubrir que hemos llegado al nivel en que está PLAYA GRANDE en Río San Juan, cercano a Samaná en la costa Norte.
Fuimos a explorar la zona con los niños y nos topamos con varias mejorías que verdaderamente hicieron nuestra experiencia mucho mejor y más cómoda.
¿Qué encontramos?
1. Excelente y amplio parqueo, limpio, organizado y que lo puedes caminar descalzo sin quemarte.
2. Los mejores baños que he visto en una playa dominicana: divididos, con ducha exterior (sólo para retirar la sal y la arena) y ducha interior (por si quieres bañarte), limpios, amplios y con un personal constantemente supervisándolos.
3. Varios puestos estandarizados y aprobados por el Ministerio de Turismo para venta de comidas (criolla y comida típica de playa), bebidas refrescantes y artesanía local con precios justos.
4. La playa en sí está cuidada y limpia y hay una serie de senderos que te permiten bajar a la orilla de manera segura.
5. Hay una oficina del Ministerio de Turismo por si tienes alguna necesidad y salvavidas monitoreando la zona.
Los que conocen la zona saben que Playa Grande tiene fama de tener un oleaje un tanto agresivo en algunas épocas del año (Cuaresma, especialmente), pero fuera de las fechas en que hacen los avisos de PRECAUCIÓN recomendaría que si vas con niños sean ya mayores de 3 o 4 años para que disfruten de verdad el agua.
Aunque la arena es maravillosa y pueden perfectamente jugar en la orilla pero si un niño pequeño quiere entrar deber ser (en ésta y cualquier otra playa) acompañado por un adulto.
Como nota puedo decir que no hay tantos lugares de sombra así que habría que rentar una sombrilla.
Aquí les dejo algunas fotos de las instalaciones que menciono y no les quiero arruinar la sorpresa con fotos de la playa, me gustaría que ustedes experimenten el mismo asombro y pongan la misma cara de WOW! cuando vean de golpe la belleza de un mar con un turquesa que te deja sin habla abrirse ante sus ojos una vez pasas por la entrada.