A mis recién cumplidos 40 y cruzando el umbral del nuevo año 2018, no pienso hacer el típico: 40 lecciones aprendidas o 18 metas en el 2018.
Creo que lo aprendido se refleja en la propia vida y en las decisiones que uno va tomando.
Creo que no hay necesidad de hacer una rima numérica ni de armarse de un número enorme de metas.
Vivir con propósito, criar con propósito y emprender con propósito hace que nos apeguemos más a ser esenciales y nos ayuda a enfocarnos y priorizar con sabiduría.
Encontrar la esencia y motivación en nuestro accionar, nos da claridad, nos da certeza.
Para mí ya no se trata de «lograr cosas» sino de «lograr las cosas correctas para mi.
Y no es tampoco simplemente sobre hacer menos por tener menos qué hacer, sino sobre decidir sabiamente en qué invertir mi tiempo y energía de manera que mis mejores esfuerzos sean puestos en cosas verdaderamente esenciales.
Digo NO a diluir mis esfuerzos en cosas superficiales y que no aporten valor a mi vida, la de mi familia y la de todas ustedes que se toman el tiempo de seguirme, leerme y escuchar mi mensaje.
Digo SI a contribuir, a influir positivamente en otros, a sentirme feliz con lo que hago y en paz con la forma en que lo hago, a superarme continuamente y a hacer paradas necesarias en el camino para retomar.
Valoro en mi vida:
✔Conectar con la naturaleza.
✔Compartir en familia con armonía.
✔Mi deseo constante de aprender y retar lo pre establecido.
✔Viajar y experimentar diferentes ambientes.
✔La alegría que me da ver a otros superarse y romper esquemas.
Gracias a ustedes mi querida comunidad por ser parte de mi vida y por iniciar conmigo otra vez el maravilloso año que nos espera.
¡Por un nuevo año 2018 con propósito!
Seguimos conectadas