Cómo elegir el campamento de verano ideal para tus hijos

Cómo elegir el campamento de verano ideal para tus hijos

Nadie dijo que ésto era fácil.  Es una decisión tras otra para lo más mínimo.

Salimos del colegio y ahora nos toca buscar qué van a hacer nuestros hijos en el verano.

Sin dudas para nosotros en esta situación sí pega que “el tiempo pasado fue mejor”, ¿Quién de más de 35 años recuerda a sus padres con 20 mil afiches de campamentos calculando costo, distancia, duración y todo lo demás para que sus retoños la pasaran super en verano?.

La situación ahora se complica porque generalmente los dos padres trabajamos, vivimos en apartamentos o en espacios limitados, no tenemos el parque en la esquina y si lo tenemos no está en las mejores condiciones.

Entre las razones de mayor peso para salir a la caza de campamento es que o no tenemos quien se quede con los niños o no confiamos del todo en esa persona pues sólo podemos visualizarlos pegados a los juegos, el ipad, la TV o comiendo el día entero sentados.

Entonces cientos de personas que conocen esta necesidad se han ocupado de formar experiencias de algunas semanas en medio del verano para que nuestros hijos hagan “algo”.

Y viene el reto de nosotros como padres: elegir lo que sea mejor para ellos dentro de nuestras posibilidades.

Y con un ingredente extra: si tienes más de un hijo te das cuenta de que tienen necesidades y gustos diferentes y así terminas sumándole a todo el proceso de búsqueda conciliar esa parte también.  Eso es lo que se llama “un problema del mundo moderno”.

Entiendo perfectamente el proceso y lo he vivido en carne propia una y otra vez, por eso comparto con ustedes algunos factores que tomo en cuenta a la hora de elegir campamento y así puedan usarlo como guía en su propia búsqueda:

1. Busca un campamento acorde a tu hijo.

El campamento ideal no existe pero sí existe ése que tiene un programa de actividades o una mística que inmediatamente podrás intuir que le encantaría a tu hijo.

Si él es del tipo deportivo, lo vas a encontrar, si es más del tipo ecológico, hay varias opciones, si le encantan las manualidades o le gusta la robótica o sientes que disfrutaría actividad intensa o ya más bien un poco más sedentario (los campamentos de música y arte serían ideales).

Ya prácticamente alguien ha inventado lo que está en tu mente, que si campamento de idiomas, que si camping, que si son recorriendo el país o una región, en el extranjero, en fin.

Habla con tu hijo, que si es grandecito ya te puede decir qué le interesa de las opciones que sean factibles para tí y si es pequeño pues más fácil aún, ya sólo lo decides tú.

2. Combina el gusto con las necesidades:

Si tu niño recibe como recomendación del colegio que debe trabajar en la concentración o en el respeto o que no se integra o no sigue normas pues un campamento de pura actividad y diversión una tras otra sencillamente va a empeorar la situación.

En casos así te convendría pensar en alguno que incluyera un poco de disciplina y trabajo en equipo, campamentos de deportes serían ideales, por poner un ejemplo.

Si no se relaciona adecuadamente con su entorno y su motricidad no está óptima para su edad pues actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza fueran ideal.

Si es amistoso y tiene vena de líder, campamentos de grupos grandes le caería super bien.

3. Busca referencia de los organizadores:

Preguntas claves que debes hacer:

¿Quién lo organiza?  ¿Es una institución o un particular en una finca?.

¿Tienen experiencia en este tipo de actividades?, ¿Cuántos años llevan en el mercado?, ¿Conoces de participantes anteriores?, ¿Tienen reglamentos establecidos?.

Del personal ¿Tienen experiencia con niños o jóvenes?, ¿Están preparados para enseñar el área que les corresponde?, ¿Tienes alguna referencia o persona de confianza dentro?.

¿Cuentan con asistencia médica en casos de emergencias?.

¿Qué tipo de comida y merienda ofrecen (si las dan)?.

En muchos países no hay ninguna regulación para campamentos así que ésta es una tarea que debes hacer por tu cuenta.

4. Visita las instalaciones:

Aquí la misión es observar e indagar.

¿Es adecuado y seguro el espacio físico?, Si llueve, ¿Dónde se ubican?.

¿De qué manera se recogen y se entregan los niños?, ¿Hay algún mecanismo de seguridad para que no lo entreguen a cualquiera?.

¿Cómo son lo baños?,  ¿Tienen los alimentos en adecuadas condiciones?, ¿Está todo limpio?

¿Tienen piscina?, ¿Hay ríos o lagos?, ¿Qué tan seguro sería?.

5. Evalúa tus estrategias y posibilidades:

  • Horario de entrada y salida.
  • Si incluye o no transporte y qué tan confiable es.
  • El costo en sí mismo y el costo versus los beneficios.
  • Si incluye comida y meriendas o debes enviarlas preparadas o incluso llevarlas a medio día.
  • Si es día completo, medio día o con dormida.

En verdad que al escribirlo es que caigo en la cuenta de TODO lo que hay que considerar.

Sin embargo, es una tarea que debemos hacer igual que cada vez que le confiaremos nuestros tesoros a alguien que es no es parte de su círculo de seguridad y amor.

Me gustaría puntualizar que éste es nuestro trabajo como padres, los niños no tienen que pasar por todos estos pasos, ni vivir la angustia nuestra ni preocuparse.  Si están en edad y lo consideramos, pues los hacemos partícipes de la decisión final luego de que ya hayamos elegido posibles opciones, sólo así.

No sé si les pasó a ustedes pero cuando me entregaron todos los trabajos que hicieron mis niños en el año escolar me dio deseos de acostarlos a darles masajes en los pies, echarles fresco con un palma y darle uvitas en la boca cual emperador romano.

¡Cuánto trabajo durante el año escolar!.  Desde el sacrificio que es levantarse tempranito y acostarse cuando la noche es aún joven por largos 10 meses, de hacer tareas casi diario sacrificando su deseo de jugar o simplemente de no hacer nada, de actividad tras actividad, proyectos de ciencias, ferias y olimpíadas.

Sin importar si les fue bien o no tan bien, hubo un esfuerzo hecho y hay que reconocerlo, así que creo que si puedes optar por un campamento debe ser una parte del verano donde ellos se sientan felices, relajados, donde aprendan algo que sea importante para su desarrollo y les guste, donde entablen amistades y puedan conocer más de sí mismos y sus potencialidades en un ambiente diferente y menos rígido.

Para mí el verano es una época mágica de la niñez.  Es la oportunidad de experimentar un poco más de libertad, de reír más fuerte, de hacer amistades fugaces y a la vez eternas, de compartir.

Es una parte del año que de adultos siempre llevamos en nuestros corazones y aunque éste artículo encierre un poco de rigidez para los padres, recordemos que para los niños la magia debe seguir viva en sus corazoncitos.

Si te gustó, comparte esta publicación...

Otras publicaciones de interés

General

Cómo organizar tu espacio personal para trabajar desde la casa

General

¿Qué debo y qué no debo comer durante la lactancia?

Madres

Videos de super star bloggers y cómo logran el balance trabajo / familia

Crianza

Cómo evitar las luchas de poder entre padres e hijos

Madres

5 minutos para mamá: Mi experiencia con la soledad.

Únete a mi boletín