5 consejos para fomentar un círculo de amistades sano para tus hijos

5 consejos para fomentar un círculo de amistades sano para tus hijos

La etapa escolar es donde los niños desarrollan sus habilidades de socialización y es cuando salen del círculo familiar para ampliar sus horizontes en cuanto a las relaciones interpersonales.

Como madre pensaba que el cuento iba de la siguiente manera:  mis hijos entran a el ritmo escolar, conocen amiguitos, algunos van a ser sus amigos cercanos, otros sólo compañeritos de juegos y se van a alejar de los que no le agraden o los molesten.  Simple.

Sin embargo, me he dado cuenta que ésto está muy lejos de la realidad y que como padres tenemos un rol increíblemente activo dentro de la conformación del círculo de amistades de nuestros hijos.  Ahora que lo pienso, todos los padres, incluyendo los míos, influyen de una manera u otra en con quien te acabas juntando.

Debido a ciertos comentarios, juegos e incluso bailecitos no apropiados que mi hijo mayor ha traído a casa como novedades que está aprendiendo en la escuela, inicié con la estrategia de llegar más temprano y quedarme un rato observando en lo que él juega antes de que toquen el timbre de la bandera.

Me puse a observar cómo interactúa, con quién juega, a qué juega y definitivamente he identificado focos de influencias que son negativas para mis parámetros y lo que quiero lograr con la crianza de mis hijos.

Entonces, considerando que 8 horas al día está en la escuela sin mi supervisión, que éste es su momento de prueba y error en base a la construcción de relaciones y considerando la vulnerabilidad de este proceso, especialmente ahora con tanto peligro y tantas amenazas para nuestros hijos, tenía que hacer algo para evitar esas malas influencias.

Consulté con la sicóloga de su antiguo preescolar que lo conoce desde pequeñito y sabe todas sus fortalezas y debilidades cognitivas y sociales, y creo que ya con lo que ella me dijo he descubierto la fórmula del agua tibia.

Comparto con ustedes estos consejos para actuar con la cautela de un ninja y alejar a tus hijos de las malas influencias:

1.  Conoce a los padres del curso de tu hijo:

Ahora las reuniones de padres tienen otra dimensión para mí.  Asiste y observa el tipo de padres que va, acércate a los que ves que encajarían con tus valores y averigua cuál es su hijo/hija.  A partir de ahí ya tienes una referencia.

2. Observa quiénes lo saludan o despiden:

Cuando los lleves o busques fíjate quienes son los niños que llaman a tu hijo por su nombre, de quienes él se despide, quienes lo saludan. Pregúntale el nombre de ese niño, pregúntale si es su amigo y hasta qué hacen juntos.  Luego une con el punto 1 y verifica si ese niño pertenece a un papá previamente “clasificado”.

3. Invita a un niño a tu casa:

Ojalá fuera el niño que lo saluda el hijo de los que ya clasificaste y por ahí empiezas.  Arma una tarde de juegos y dales el espacio a que interactúen, que jueguen libremente, observa de manera sutil, sin interferir, cómo tu hijo se maneja, cómo asume el liderazgo.

Si están jugando en su casa, con sus juegos, lo esperado es que tu hijo tenga alguna actitud de control de la situación, observa cómo maneja todo.

Es muy importante que esa tarde de juegos incluya un escenario que les permita jugar cosas que puedan reproducir en el recreo del colegio. Recuerda que está creando un vínculo fuera de la escuela con alguien para poder continuar esa relación dentro.

Así que motiva juegos tipo las escondidas, el paralizao, las carreras, el fútbol, basket o cualquier deporte que puedan hacer en el recreo.  Ellos necesitan crear una dinámica que puedan extender desde tu casa hasta la escuela.

Con ésto te quiero decir cero videojuegos en medio de esta parte del proceso.  No pierdas el objetivo y toma en cuenta que es una práctica para que socialice y si los plantas frente a una TV o una computadora que no van a tener en la escuela no estás en nada.

4. Invita a otros niños:

Luego que ya él haya empezado a afianzar su confianza en sí mismo para relacionarse con otro niño dentro del ambiente escolar, empieza a invitar a otros, de los mismos que te tu hijo te mencione, de los que vayas observando y veas que están criados con criterios similares a los tuyos y poco a poco le vas armando su “grupito”.

Más adelante con ellos será que hará tareas, saldrá a pasear y se visitarán mutuamente.

5. Pásalos por el cedazo:

Si hoy tu hijo quiere invitar a un niño que te das cuenta de que es una mala influencia, dale la libertad de invitarlo la primera vez pero, luego de que has detectado la conducta, conversa con tu hijo sobre eso, que él mismo caiga en la cuenta de lo que es incorrecto o irrespetuoso.  Habla con él de su valoración sobre su amiguito y escucha con mucha atención para que de ahí puedas partir.

Mientras nuestros hijos son pequeños aún no tienen las herramientas necesarias para cuidar de sí mismos.  Debemos enseñarlos.

Indiscutiblemente ellos acabarán conviviendo con mansos y cimarrones, de hecho están la mayor parte de su día interactuando tanto con el que se llevan bien como con el que lo agrede.  Todo eso es parte, pero como padre/madre es nuestra responsabilidad ayudarlos a discernir y fomentar que cultiven relaciones sanas, de complemento y equilibrio e incorporen a su vida gente que le sume y no que les reste.

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